LO MÁS NUEVO

Lo que aquí se expone son meditaciones personales, no una doctrina. Si este espacio, nacido y expuesto desde la reflexión personal, ayuda a que otros reflexionen sobre sí mismos y orienten su vida hacia los valores del Evangelio, habrá conseguido su única finalidad.

sábado, 14 de agosto de 2010

A ejemplo de la Virgen

Cuenta san Lucas que Nuestra Señora, ya encinta de Dios, se fue de prisa a las montañas de Judea, donde su parienta Isabel mujer entrada en años, iba a alumbrar por aquellos días un hijo. Allí, en una aldea que la tradición señala como Ainkarim, nombre que significa la fuente del viñedo, María recitó un himno de acción de gracias, el Magníficat, donde se proclamó bienaventurada. Algo del todo correspondiente al saludo del Ángel en Nazaret, quien la llamó Llena de Gracia. Así tenía que ser y así sucedió también en el momento de su muerte, cuando fue llevada al cielo en cuerpo y alma. Un hecho que el papa Pío XII nos presentó, como verdad fundamental de nuestra fe, el 1 de noviembre de de 1950. Pero además la Asunción de María nos pone delante nuestro destino final. Aquello que la Iglesia define como la resurrección de la carne. Sólo que María ha logrado esta meta, en un tiempo anterior a nosotros. Aunque al decir tiempo, volvemos a mirar a esta tierra y no al cielo, el cual se ubica en la eternidad. 

Jesús, en su predicación nos prometió una vida perfecta más allá de la muerte. Sin embargo nunca explicó a sus discípulos el cómo de esta futura existencia. Nos pedía creer en él, sabiendo que estas cosas no podíamos comprenderlas todavía. Vale entonces que nuestra fe se convierta en irrebatible confianza. Que nuestras inquietudes se trasformen en filial seguridad. Que en nuestra marcha vayamos aligerando el equipaje, porque somos peregrinos hacia la patria.

San Agustín advierte: “No hagas más preguntas sutiles sobre esto. Te basta saber que resucitarás de una forma semejante a aquella en la cual apareció el Señor, luego de su Resurrección. Y no busques más sobre el tema, pues en vez de encontrar la verdad, hallarías solamente tus propias imaginaciones”.

6 comentarios:

Gracias por el comentario. tienes un blog muy llamativo... lo seguire
Fraternalmente:
Fr Andres Viaña OP.

Anónimo dijo...

Gracias, como siempre la forma de acercarnos a Él hacen que crezca, más aún, en mi el deseo de seguirle.
No hay que hacer preguntas... solo creer y dejarse amar por Él, de nuevo Gracias.

Abuela Ciber dijo...

Te deseo que la semana que amanece te sea portadora de buenos momentos.

Cariños
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"No se llega al alba sino por el sendero de la noche."

Khalil Gibrán

Anónimo dijo...

Confianza en el Infinito Amor que Jesús nos tiene, en Su también Infinita Misericordia. Con eso nos basta. Gracias.
;O)

Militos dijo...

Me gustó tu comentario en mi post de la Asunción, una se piensa que domingo y verano nadie lee, pero no podía dejar pasar un día tan grande sin dedicarle algo a nuestra Madre.
Grandes las palabras de San Agustin. Que el Señor aumente nuestra fe. La fe es creer sin entender.
Saludos con cariño

Yanka dijo...

Gracias Roberto por compartir...